CARLOS: En la oferta, en ningún momento se hablaba de limitaciones por razón de sexo.
FERNANDO: ¿Y qué querías que pusieran en el anuncio? "Se busca director de marketing. Travestis abstenerse".
CARLOS: No me vuelvas a llamar travesti.
FERNANDO: ¿Y cómo tengo que llamarte?
CARLOS: En todo caso, transexual, pero lo mejor es no poner etiquetas a las personas.
FERNANDO: A ver, por mí, como si te quieres transformar en pavo real, pero lo que no puedes hacer es optar a un trabajo escondiendo una cosa como ésta. Si eres travestido o transexual o trasatlántico es cosa tuya, pero aquí estás optando a un cargo ejecutivo de alto nivel. Si no tienes claro si eres macho o hembra, significa que en tu cerebro hay un lío de cojones, y ahora que encima has empezado a chutarte hormonas en vena, tus pobres neuronas pueden acabar bailando una jota. Perdona, pero si quieres un consejo, ponte agua, porque estás como una regadera.
CARLOS: Te crees muy gracioso. Te lo diré una vez y no dos. Como me vuelvas a faltar al respeto, te meto una manta de hostias que te pongo los huevos por corbata, y me importa una mierda la imagen que dé.
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