24 dic 2012

¡Vuelve la Click-Cabalgata!

Diorama expuesto en el palacio de Villasuso de Vitoria-Gasteiz
Diciembre de 2012

9 dic 2012

Personajes: Actor de teatro clásico griego


  


Los actores del teatro griego, sobre todo de la tragedia, iban vestidos principalmente con tres elementos:

Máscara: Tenía unas enormes dimensiones para que fuera mucho más visible al público. También servía de megáfono, aumentando la voz del actor. Y por último, permitía al actor interpretar varios personajes.


Coturnos: Son una especie de zapatos de madera con alza que servían para dar altura al actor. Así, el público podía verlo con facilidad.


Ropas: Solían usar túnicas. Según los colores de las ropas, el personaje tenía más o menos importancia.


16 jun 2012

Personajes: Commedia dell'arte

Cuatro personajes de la Commedia dell'arte:
Dottore, Pantaleone, Polichinela y Scaramouche




Dottore


      Relacionado con  los libros, representa a aquellos que dicen saber y no saben nada. Su verborrea denuncia su limitado conocimiento y su gran barriga demuestra que más que el intelecto cultiva otras cosas.

     Dottore es miembro de una academia (conocida o desconocida) que sabe de todo y hace citas cultivadas en latín o griego, tan mal hechas que no son nunca correctas. En el escenario casi nunca es un médico de verdad, a menudo suplanta a un abogado, juez o notario público.


     Representa a un sabelotodo.



Pantaleone


     Pantaleone representaba a un comerciante anciano y tacaño, del que se podían burlar con facilidad, vestido siempre con unos largos calzones. 

     La popularidad de estas representaciones en distintos países de Europa hizo que, en honor del personaje, la prenda pantalón tuviese el nombre con la que actualmente la conocemos.

 

 


Polichinela


     Personaje de carácter burlesco. Vestía siempre de blanco y con un gorro puntiagudo.
 
     Era un astuto matón que no se separaba de su garrote para darle una paliza a quien no pensara como él.

     Es el precursor del teatro de títeres contemporáneo.

     En España se le conoció como Don Cristóbal Polichinela.





Capitán Scaramouche

     Fanfarrón y cobarde, el Capitán era una parodia del heroísmo militar.
 
     Su nombre significa “pequeña y rápida riña”, dando la idea de un soldado que no se involucra demasiado en la batalla y que su manera de luchar es un golpe por aquí y un ataque corto por allá.
 
     Más que un soldado es un Don Juan. Era fuerte, ágil, elegante, cantaba con una voz buena y tocaba el laúd.
 
      Siempre vestido de negro. No solía usar máscara, sino maquillaje blanco. 

16 may 2012

La psicovenganza del bandido Nico Foliato (Francisco Nieva)



VOZ OCULTA:  …¡Cura párroco de Pietralata, Don Celoro, escóndase donde pueda, porque Nico Foliato se ha escapado de la cárcel…!
NUNZIATA: Y dice que viene a matarle.
VOZ OCULTA: ¡Eso mismo!
D. CELORO: (A voz en cuello) ¿Qué difunde esa voz mentirosa? ¡Nico Foliato agoniza en la enfermería, muy débil y sacramentado! (En tono bajo) Pero todos nos conformamos a esta horrible persecución. Acatemos la voluntad de Dios: espalda encorvada, ojos bajos, entrega, compunción,…

(Se aparece el bandido. Gritos)

   
NICO: ¡Al fin os he encontrado a todos juntos! ¡Preparaos!
D. CELORO: Atorméntanos cuanto quieras, sombra de venganza. Pero tú no eres Nico Foliato, sino un espía al servicio de Dios, que no se cansa de asediarnos.
BENEDETTA: Que cada vez que nos mate, me encuentre en tus brazos, Angiolino mío.
NUNZIATA: ¿Por qué lo azuzáis? Nico, yo creo en tu realidad porque hasta hueles mal. No me mates más, estoy arrepentida. Distingue al menos los que están arrepentidos o no. Y aquí tienes al padre cura, que todo lo acepta con garbo y tiene prisa por purgar sus pecados. Ataca.
NICO: (Asestándole una cuchillada mortal) ¡Apártate de mi camino, desviada!
NUNZIATA: ¡Ay! Ya muero de nuevo ¡Ah…! (Cae)
 

D. CELORO: Dios nos tunde, nos brea, nos zurra la badana. Sombra engañosa, cumple pronto tu misión y vete.
NICO: Si piensa que soy sombra engañosa porque me ha visto fingiendo en la enfermería, se engaña, Don Celoro. (Lo apuñala) ¡Sucumbe, padre cura! Dios te condena, Dios te machaca.
D. CELORO: Gracias, gracias… (Cae)



BENEDETTA: ¡Asesino! Ya ves que no estamos arrepentidos y da lo mismo que te vengues o no. Angiolino, abrázame y que vea cuánto nos queremos.
ANGIOLINO: No hay que auzarle, no hay que azuzarle…
NICO: Y a mí ¡qué me importa lo que diga esta adúltera! Yo mato. (Lo apuñala)
ANGIOLINO: ¡Ay! (Se desploma)
 
 
BENEDETTA: Siempre aborrecí tus malos modos. Estaba casada con un bandido y criminal y el cielo me disculpa haberte confirmado de minotauro. Tú ya lo eras.
NICO: (Apuñalándola) ¡Cumple tu condena, mujer nefanda! (Cae Benedetta igualmente)


NICO: Ahora me salgo al campo, tomo las fuerzas que me da el aire y luego vuelvo. No acabaréis nunca de morir. Me lo he jurado.

 
 

29 feb 2012

La intrusa (Maurice Maeterlinck)


EL ABUELO: Has hecho entrar a alguien en la habitación.
EL PADRE: ¡Le digo que no ha entrado nadie!
EL ABUELO: ¿Ha sido vuestra hermana o un sacerdote? No hay que intentar engañarme. Úrsula, ¿quién ha entrado?
LA HIJA: Nadie, abuelo.
EL ABUELO: No hay que intentar engañarme. Yo sé lo que sé. ¿Cuántos estamos aquí?
LA HIJA: Estamos seis en derredor de la mesa, abuelo.
EL ABUELO: ¿Estáis todos en derredor de la mesa?
LA HIJA: Sí, abuelo.
EL ABUELO: ¿Estás ahí, Pablo?
EL PADRE: Sí.
EL ABUELO: ¿Estás ahí, Oliverio?
EL TÍO: Sí, claro que sí; estoy aquí, en mi sitio de siempre. No lo dice usted en serio, ¿verdad?
EL ABUELO: ¿Estás ahí, Genoveva?
UNA DE LAS HIJAS: Sí, abuelo.
EL ABUELO: ¿Estás ahí, Gertrudis?
OTRA HIJA: Sí, abuelo.
EL ABUELO: ¿Estás aquí, Úrsula?
LA HIJA MAYOR: Sí, abuelo, a tu lado.
EL ABUELO: ¿Y quién está sentado ahí?
LA HIJA: ¿Dónde, abuelo? No hay nadie.
EL ABUELO: ¡Ahí, ahí, en medio de vosotros!
LA HIJA: No hay nadie, abuelo.
EL PADRE: ¡Le dicen a usted que no hay nadie!
EL ABUELO: Pero ¡vosotros no veis!
EL TÍO: Vamos, tiene usted ganas de bromas.
EL ABUELO: No tengo ganas de bromas, os lo aseguro.
EL TÍO: Entonces, crea usted a los que ven.
EL ABUELO: (Indeciso) Os digo que ahí hay alguien… Creo que no viviré mucho tiempo.
EL TÍO: ¿A qué íbamos a engañarle a usted? ¿De qué nos serviría?
EL PADRE: Habría que acabar por decirle a usted la verdad.
EL TÍO: ¿Para qué engañarse mutuamente?
EL PADRE: No podría usted seguir en el error mucho tiempo.
EL ABUELO: (Intentando levantarse) ¡Quisiera atravesar estas tinieblas!