Acto V. Escena I
SOR MARTA: Es ya en ella vicio viejo, mas ninguna lo repara.
MADRE: ¿Qué hay?
SOR MARTA: Dos veces sor Clara se ha mirado hoy al espejo.
MADRE: ¡Grave pecado!
SOR CLARA: Lo es, sí; ¿pero quien no se consuela si ella tomó una ciruela de la torta?... Yo lo vi.
MADRE: ¡Qué proceder tan liviano!
SOR CLARA: Fue solo una miradita...
SOR MARTA: La ciruela era chiquita...
MADRE: Se lo contaré a Cyrano.
SOR MARTA: No, evitadnos esas penas.
SOR CLARA: Dirá que las religiosas son coquetas...
SOR MARTA: Y golosas...
MADRE: Y, sobre todo, muy buenas.
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