18 dic 2014

Belén de La Florida: ¡Selfiiii!

¡Selfiii... con los Reyes Magos!
(en el Belén de La Florida de Vitoria-Gasteiz)

17 dic 2014

Belén de La Florida: Estatua de Ignacio Aldecoa



La estatua de Ignacio Aldecoa 
da la bienvenida en el Belén de La Florida 
de Vitoria-Gasteiz.

10 dic 2014

Belén de La Florida: "La otra cara de la Navidad"

"La otra cara de la Navidad"
Figura del Belén Monumental del parque de La Florida
(Vitoria-Gasteiz)

15 may 2014

Profesionales del teatro actual

El autor
 

El productor
 
El director


La regidora
 

Los tramoyistas
 

El técnico de iluminación
 

La técnico de sonido


El utillero
 

El escenógrafo

La figurinista


El sastre

La peluquera
 

El maquillador
 

La compositora musical
 

La coreógrafa

La diseñadora gráfica
 
 (Autoría del cartel de Cyrano: playmobilmania.blogspot.com.es)

La taquillera
 

El acomodador
 

El crítico teatral


27 mar 2014

Día Mundial del Teatro para Niños y Jóvenes 2014

Día Mundial del Teatro para Niños y Jóvenes, mensaje de John Kani
20 de marzo de 2014

Bajo el lema, “Lleva a un niño al teatro hoy”, este 20 de marzo se conmemora el Día Mundial del Teatro para Niños y Jóvenes. Este año esta celebración da un énfasis especial al pensamiento del recién líder y ex presidente sudafricano Nelson Mandela, quien creía que “que, si bien los niños necesitan una guía, también tienen el firme derecho de ser lo que ellos quieran ser, y que la sola manera en que lo pueden lograr es darles espacios para sus sueños y para que vivan sus sueños”. En este sentido, la Asociación de Teatro para la Infancia y la Juventud destaca que el teatro sirve para crear estos espacios en los que los niños pueden soñar y vivir sus sueños.

Este año la celebración coincide con el 25 aniversario de la Declaración de los Derechos de los Niños.

El mensaje conmemorativo de este año lo realiza el doctor John Kani, escritor, actor, director sudafricano, quien es además Embajador Global de las Artes.

Mensaje del Dr. John Kani

Nací hace setenta años. Crecí en el distrito racialmente segregado de New Brighton, a las afueras de Port Elizabeth. La vida para mí y para muchos de mis amigos consistía en despertar y, si tenías suerte, ir a la escuela. Si no, te pasabas el día vagando por aquella barriada marginal, mirando cómo se desperdiciaba tu vida bajo el muy cruel sistema de segregación racial llamado en Sudáfrica, mi país, el Apartheid.

Un día, nuestra maestra de inglés nos llevó a ver una producción del Macbeth de William Shakespeare en la Casa de la Ópera en la ciudad de Port Elizabeth. Bullíamos de entusiasmo. Ah, pero no, no por ver la obra; era una oportunidad de ir a la ciudad. Era el viaje en el autobús lo que anticipábamos con deleite. Nos sentamos en el teatro, las luces se apagaron lentamente en la sala. Subió el telón y ocurrió la magia. Fue mi primera experiencia en un teatro de verdad. Desde ese día en 1958, mi vida ya nunca fue la misma. No entendí mucho de la obra, pero estar en aquel teatro me hizo sentir que yo era parte de la magia que sucedía en el escenario. No pude dejar de hablar de la obra y de la experiencia de ese día. Incluso, por un momento me olvidé del Apartheid, hasta me olvidé de que vivía en un arrabal en donde podías ver y oler la pobreza. Me sentía transportado a un mundo nuevo, no sólo el de mi imaginación, sino uno más grande lleno de posibilidades. Sé que la educación es una llave para todas las puertas. El teatro le abre la puerta a tu propia imaginación. Desde ese día, me prometí a mí mismo que alguna vez estaría en aquel escenario, relatando todas las historias que mi abuela nos contaba cada noche antes de dormir.

Llevar a un niño al teatro es un regalo que hace fuerte al niño, le da el poder de querer ser escuchado. Hace que el niño, o niña, crea que también tiene una historia que contar y que un día la va a contar.

Día Mundial del Teatro 2014


Mensaje de Brett Bailey 
para el Día Mundial del Teatro 2014

   Donde quiera que haya sociedad humana, el irreprimible Espíritu de la Representación se manifiesta.

   Bajo los árboles de pequeñas aldeas y sobre sofisticados escenarios en grandes metrópolis; en salones de actos de colegios y en campos y en templos; en suburbios, en plazas públicas, en centros cívicos y en los subsuelos de las ciudades, la gente se reúne en comunión en torno a los efímeros mundos teatrales que creamos para expresar nuestra complejidad humana, nuestra diversidad, nuestra vulnerabilidad, en carne y hueso, aliento y voz.

   Nos reunimos para llorar y para recordar; para reír y contemplar; para aprender, afirmar e imaginar. Para maravillarnos ante la destreza técnica, y para encarnar dioses. Para dejarnos sin respiración ante nuestra capacidad de belleza, compasión y monstruosidad. Vamos para llenarnos de energía y poder. Para celebrar la riqueza de nuestras diferentes culturas, y para hacer desaparecer las barreras que nos dividen.

   Donde quiera que haya sociedad humana, el irreprimible Espíritu de la Representación se manifiesta. Nacido de la comunidad, lleva puestas las máscaras y vestimentas de nuestras distintas tradiciones. Utiliza nuestras lenguas, ritmos y gestos, y abre un espacio entre nosotros.

   Y nosotros, los artistas que trabajamos con este antiguo espíritu, nos sentimos impulsados a canalizarlo a través de nuestros corazones, nuestras ideas y nuestros cuerpos para revelar nuestras realidades en toda su cotidianeidad y su rutilante misterio.

   Pero en esta época en la que tantos millones de personas luchan por sobrevivir, sufren bajo regímenes opresivos y el capitalismo depredador, huyen del conflicto y la escasez; en la que nuestra privacidad es invadida por servicios secretos y nuestras palabras censuradas por gobiernos intrusivos; en la que se aniquilan los bosques, se exterminan especies y se envenenan los océanos: ¿Qué nos sentimos impulsados a revelar?

   En este mundo de poder desigual, en el que distintos órdenes hegemónicos intentan convencernos de que una nación, una raza, un género, una preferencia sexual, una religión, una ideología, un marco cultural es superior al resto, ¿se puede realmente defender la idea de que las artes deberían apartarse de las agendas sociales?

   Nosotros, los artistas de escenarios y ágoras, ¿nos conformamos con las demandas asépticas del mercado, o utilizamos el poder que tenemos: para abrir un espacio en los corazones y las mentes de la sociedad, para reunir gente a nuestro alrededor, para inspirar, maravillar e informar, y para crear un mundo de esperanza y colaboración sincera?


Brett Bailey 
dramaturgo sudafricano, diseñador, director, realizador de instalaciones y 
director artístico del Third World Bunfight.

22 feb 2014

Las Criadas (Jean Genet)


CLARA: ¡Qué guapa es la señora!
LA SEÑORA: No, no, no me deis las gracias. Da tanto gusto hacer felices a los que están en torno a uno. Lo único en que pienso es en hacer el bien. ¿Quién puede ser lo bastante malo como para castigarme? Y castigarme, ¿por qué? Me creía bien protegida de la vida. Defendida por vuestra fidelidad. Y también defendida por el señor. Pero esta coalición de amistades no ha podido hacer una barricada tan alta como para defenderme de la desesperación. ¡Estoy desesperada! ¡Cartas! Cartas que tan solo yo conozco. ¿Solange?
SOLANGE: (saludando a su hermana) Diga, señora.
LA SEÑORA: (asomándose) ¿Cómo? ¡Estás haciendo reverencias a Clara! Qué gracia tiene. Os creía menos dispuestas a bromear.
CLARA: La tila, señora.
LA SEÑORA: Te llamaba para preguntarte... Pero, ¿cómo?, ¿quién ha tocado otra vez la llave del escritorio?... Para pedirte tu opinión. ¿Quién pudo haber mandado esas cartas? Desde luego, no tenéis ni idea. Os pasa lo que a mí. Estáis tan espantadas. Pero el asunto quedará aclarado, hijas mías. El señor sabrá calar ese misterio. Quiero que se analice la letra y que se sepa quién ha podido urdir tal conspiración.